jueves, 20 de noviembre de 2008

¡Que dejen en paz mi e-mail!

Como es bien sabido, hoy en día nos machacan con miles de mensajes publicitarios por todas partes, que provienen de todo tipo de medios y, por supuesto, con la aparición de Internet, éste fue un medio publicitario más a través del cual llegar a nosotros.
Sin embargo, este medio mantiene bastantes diferencias con el resto de medios y es que pienso que un medio mucho más privado, más individual. Cada uno entra individualmente, visita las páginas que más le gustan, escucha la música que se ha descargado, escribe sus e-mails personales...
Y, es por esta misma razón que me parece algo intrusivo que envíen publicidad a nuestro e-mail personal y nos bombardeen a través de este canal tan privado y personal. Y es que hay publicidad que no es deseada por el usuario ni aceptada por el mismo y, sin embargo, ha sido enviada al buzón, por otro lado hay cientos de veces que el usuario entra en alguna página en la que ha de aceptar ciertas condiciones y, sin habérselas leído, las acepta inmediatamente.
Por lo tanto, el resultado de todo esto (culpa o no del usuario) es que el buzón de correo acaba repleto de publicidad no deseada.
Por otro lado, Internet es un buen medio para todas aquellas empresas que quieren llegar a un target muy concreto, seguramente éste es el mejor medio para segmentar muy bien a nuestro público y llegar a un segmento muy concreto de gente, puesto que a través de las páginas que visitan los usuarios podemos conocer más o menos sus gustos e intereses.
Sin embargo, pienso que los internautas ya se están cansando de tanta publicidad que invade su correo, algo que es suyo y que no tienen porqué meterse en él estorbándole. Y, de esta forma aunque puede ser una publicidad muy interesante para el usuario (ya que es la adecuada a él y a sus gustos) éste seguramente ni se molestará en abrirla y, por lo tanto, dejará de ser efectiva.

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